La vida es ese periodo de tiempo que transcurre entre que recuerdas tu último viaje y preparas el siguiente.












lunes, 13 de julio de 2015

Descenso del Sella

Se está convirtiendo en una tradición esto de los viajes express de fin de semana. Cortitos pero intensos, como nos gustan. Esta vez tocaba Asturias, a hacer el descenso del Sella.


DÍA 1: MADRID > VILLANUEVA DE CANGAS - LLANES- ARRIONDAS.

Comenzamos la aventura desde Moncloa, solo tres de nosotras, ya iríamos llenando el coche a lo largo del trayecto. Primera parada en San Rafael, aquí comenzaban las odiseas con los peajes (peaje Troll, jaja), maletero abierto, bah, muy típico nuestro. Así es como se comienza un buen viaje !
Nosotras íbamos solo el fin de semana y nos alojamos en el Albergue Rural La Posada del Monasterio, en Villanueva de Cangas, un pueblito entre Cangas de Onis y Arriondas. Cogimos una oferta de 2 noches, desayuno y descenso del sella por 54€/persona. Un sitio muy recomendable.
De Madrid a Cangas de Onis son unos 500km, así que hicimos parada de rigor en León para desayunar. Aquí de momento nuestros suministros de almendras, palmeritas, agua, zumo, cacahuetes, chuches, regalices y fruta estaban aun intactos (Día ha patrocinado este viaje).

Albergue
Viaje sin problemas hasta pasar Oviedo, aquí una caravana (furgoneta-caravana) sospechosa iba demasiado rato con nosotras. Momento crítico en el que el gps se volvió loco y nos metimos por carreteras enanas, curvas y pueblos y casualmente, la caravana seguía con nosotras. 
Después de descubrir que de allí no éramos porque nos paramos a ver un caballo, así a lo loco, en medio de la carretera, pararon a nuestro lado y nos dijeron en asturiano profundo que no conseguimos entender, que si nos íbamos a algún sitio. Siguieron persistiendo, tranquis, se colocaron delante y nos iban esperando mientras nosotras reculábamos en velocidad para perderles de vista. Después de esta aventura conseguimos llegar al albergue, AL FIN! Gracias a nuestra graaaaan conducta María! hi hi hurra! Comimos en el porche del albergue, con toda nuestra comida (fue un gran despliegue de medios aquello) y con intenciones cada vez más sólidas de robar flores- pompones (vamos, hortensias). Teníamos ganas de ver sitios, coche y hacia Llanes, a la playa.

Nos perdimos mínimamente esta vez, pero ¿qué es un viaje en coche sin perderse? Es clave. Según avanzábamos por allí, paisaje precioso de montañas, veíamos cómo los grados iban bajando, y bien, porque huíamos del calor asqueroso de Madrid. 

Fuimos a la Playa de Cuevas de Mar.



Playa Cuevas de Mar
Aquí pasamos la tarde, nos bañamos como valientes que somos porque creo que no he pasado más frío en mi vida. Agua helada, y a pesar de que nuestras intenciones eran no mojarnos más allá de la tripa, acabamos caladas, de arriba a abajo. Espectáculo para cambiarnos de ropa y estar secas porque ya empezaba a refrescar, y directas al chiringuito a tomar algo. Ahora sí estábamos de vacaciones y disfrutando!! Creo que se notaba que no éramos lugareñas porque íbamos demasiado abrigadas porque de verdad, teníamos frío!

El siguiente plan era buscar la pulsera de la bandera de Asturias, señal de este viaje, asi que fuimos a Nueva y sin éxito nos fuimos a Arriondas, donde teníamos que hacer tiempo para recoger a Ana que llegaba en bus. Llegamos a Arriondas y momento de crisis máximo: Ana no sabe si llega a coger el autobús que le lleva a Arriondas desde Oviedo, ¿ir a Oviedo a estas horas? Inviable. Pero gracias a los contactos around the world de Ana y a a su propio ser, se solucionó como previsto. Cenamos gordamente (muy gordamente) en una terraza y fuimos a la estación a recoger a Ana. Y ya estaba el equipo Sella al completo, a dormir al albergue y a reponer fuerzas para el sábado que iba a ser intenso.

Equipo Sella

 DÍA 2: DESCENSO DEL SELLA.

Outfit de río
A las 9 en pie para bajar a desayunar (desayuno bien rico, eh!) y a Arriondas a comenzar la aventura del Descenso del Sella. 
Aparcamos el coche y bajamos al "embarcadero", allí nos dieron el bidón hermético para meter cosas básicas (móvil, pañuelos, crema, toalla), el picnic que lo teníamos incluido (bocadillo, botella de agua y dos bollitos), los chalecos salvavidas y los remos. Ya no había vuelta atrás, comenzaba la fiesta.


Recorrido 14 km
Nos dieron unas instrucciones acerca de la canoa y de cómo remar y nos fuimos colocando en la rampa de salida. GRAN MOMENTO !

Éramos cinco personas. Canoa de 3 y canoa de 2. Vale. 
En la canoa de 3 sólo reman dos personas, delante y detrás, el del medio no lleva remos porque puede dar a los otros dos. Esto ya de por sí es un problema porque hay que hacer fuerza para el peso de tres personas. pfffffffffffffffff, nosotras no hicimos 14km de Descenso de Sella, hicimos el doble porque íbamos en zig-zag !! MADRE MIA. Fue una experiencia muy divertida pero muy frustrante, eso sí, hicimos ejercicio por tres meses, qué agujetas! Nos duelen partes del cuerpo que desconocíamos, pero nos ha dado grandes momentos que estar contando muchas veces de aquí en adelante, aquí van:

- Ser incapaces de enderezar la canoa e ir de orilla a orilla.
- Chocarnos con varios árboles y hacer contorsionismo para no comernos las ramas.
- Atravesar el río en zona de curva, de parada y de chiringuito para comprar algo de beber.
- Bajarse como 89945032085 veces porque encallábamos en las rocas. Ver irse la canoa y tú sin subirte. Taluego!
- Parar en los chiringuitos con la esperanza de que tus amigas estén esperándote. Sin éxito.
- Ver un puente y sentir una GRAN felicidad.
- Dejar de remar y dejarse llevar por los choques del resto de canoas.
- Hacer enemigos que te empapan y desearles que ojalá se ahoguen.
- Aparentar 14 años.
- Izquierda, izquierda, derecha, va chicas recto, muy bien vais muy bien, NOOOOOOOOO, derecha, derecha, derechaaaaaaaaaaaaaa. Vale, encallamos.
Aparcao!
Repitiendo momento sirena de Copenhague
- Momento "sirena de Copenhague". Esto merece una explicación detallada del momento: Llegamos a zona de curva, de rápidos y de rocas y vemos a María en medio del río, EN MEDIO, subida en una piedra y con los dos remos. Vale, en primer momento pensamos "mira María qué chula ella ahí", luego al ver que Lucía estaba pegándose con la canoa 20 metros más alante nos empezamos a plantear que algo les había pasado. E inmediatamente nos pusimos a remar como locas porque entramos en los rápidos y nos podíamos llevar a María por delante muy gratuitamente. La salvamos en ese momento, y aparcamos la canoa en la orilla mientras ella intentaba de alguna manera sobrevivir entre canoas, remos sueltos, gente encallando y volcando e intentar volver a unirse a nosotras.
Un matrimonio intentó rescatarla pero el marido directamente naufragó, y se quedó la mujer con la canoa enganchada y arrastrada por el agua y María con los remos. Al final conseguimos subir a la canoa y llegar a la orilla. Ahora lo contamos riéndonos, pero fue un momento de crisis !!


Descenso del Sella

Seguro que se nos olvidan más momentos, pero fue todo una aventura, muy divertido y muy recomendable hacer alguna vez en la vida.

Este día nosotras ibamos con las expectativas muy altas de hacer el descenso en unas 3.5h e ir a Ribadesella a pasar la tarde, pero lo no pudimos hacerlo más rápido y el cansancio era tal que no veíamos como opción ir allí, asique acabamos el descenso tranquilamente y nos fuimos a quitar los 8L de agua que teníamos encima. Después de una ducha revividora, nos arreglamos y fuimos a Cangas de Onis a cenar.


Puente Romano de Cangas


Cenamos justo en el restaurante que está debajo del puente: CAAAAAAAACHOPO! Bien rico. Y vuelta al albergue que estábamos demasiado K.O como para seguir aún en pie.

DÍA 3: SANTUARIO DE COVADONGA - LAGOS (PICOS DE EUROPA) > MADRID.

Último día por tierras asturianas. Nos levantamos vivas (bieeeen!), desayunamos y dejamos el albergue :'(
Antes de bajar a Madrid era obligatorio visitar Covadonga, su santuario y los Picos de Europa, la zona de los Lagos. Asi que allí que fuimos.


Subimos al santuario a hacer las fotos de rigor y fuimos a la cueva, y de ahí al coche que empezaba el momento de María Sainz, las montañas y las curvas.




La subida a los lagos es complicada y algo larga porque son muchísimas curvas con una carretera muy estrecha de doble sentido, pero gracias a nuestra grandiosa conductora, experta en curvas peligrosas y evitadora profesional de ciclistas, llegamos !!! Los Picos de Europa es una zona preciosa, aquí las fotos:




Al bajar, comimos en un restaurante de carretera y ya pusimos rumbo a Madrid.
Ha sido un fin de semana muy divertido, de los que son intensos y que aprovechamos al máximo, con ganas de más y los próximos viajes...
No puedo olvidarme de esto: https://www.youtube.com/watch?v=ZW3hWeyXl9I , canción  representattiva de este miniviaje.




"Hasta donde alcance la gasolina. Hasta donde alcance el cansancio. Carretera y manta, con lo justo en la maleta y el bolsillo. Con una buena cámara de fotos y una libreta para apuntar pensamientos y detalles. Pero, ¿no consiste en eso la vida, en hacer algo inesperado y emocionante alguna vez?
"Que el viaje sea largo". Hasta la próxima equipo Sella 




domingo, 20 de julio de 2014

Túnez desconocido + Hammamet.


Acabar la carrera e irse de viaje de fin de curso, así comienza este viaje. Destinos de Sudamérica, típicos en estas ocasiones, se nos escapaban un poco de presupuesto, así que nos decantamos por Túnez: una semana, empezamos con un circuito y acabamos en un hotel de playa.

Este fue el recorrido que nosotros hicimos: del norte al sur para ver los pueblos más típicos de Túnez, y vuelta al norte a la zona turística de Hammamet para disfrutar de la playa.



DÍA 1: MADRID > TÚNEZ.
Quedamos en el Aeropuerto de Barajas, con sus horitas de rigor (y esta vez porque yo no llevaba los billetes...que si no...). ¡ Importante el pasaporte, y que caduque en más de 3 meses!
Aquí comenzó la fiesta, bueno, ya había comenzado para nosotros porque viajábamos sin un dinar encima (moneda oficial de Túnez, equivalente a unos 0.50 € aproximadamente), ya que en España no se cotiza. Pero calma, que ya teníamos a Ana, que se acabó convirtiendo en nuestra casa de cambio particular durante el viaje.
Lo más recomendable es que no se cambie el dinero hasta que se llegue allí a Túnez, ya sea en el aeropuerto, en los hoteles (tanto en las casas de cambio o en la recepción) o en las propias casas de cambio y además, ir cambiando de poco en poco, porque los precios allí son más bajos que en España, y probablemente os sobren dinares a la vuelta, que tendréis que cambiar a euros en el aeropuerto al volver (con el recibo del primer cambio, importante! Sino, no hay cambio que valga!).

Comida rica en el avión.
Bien,emprendimos vuelo hacia Túnez! Fuimos con la compañía Tunisair, y quitando la media hora de retraso, el viaje fue muy bien. Nos dieron de cenar y podíamos pedir la bebida que quisiéramos. La cena, sin desperdicio alguno, aquí la tenéis: arroz, cordero, ensalada, pastel y pan. Un exitazo, ¿no? JAJAJA. Sin olvidarnos de los dátiles que nos regalaron, porque comenzaba el Ramadán. 

Llegamos a Túnez sobre las 21.30h (el vuelo salía a las 19.35h), fuimos a por las maletas y después de más de un suspiro, cogimos todas y fuimos en busca de...alguien que nos indicara dónde teníamos que ir. 
Nuestra llegada fue graciosa, cuanto menos. Todo allí parecía improvisado: un hombre se apuntó en una triste hoja que éramos 5, que teníamos que irnos en un autobús a no se donde y que a la mañana siguiente había que estar a las 7.30h en la recepción de no se qué hotel con las maletas. Todo ok. Así que empezamos a seguir a más gente en nuestra misma situación (que luego se convertirían en nuestros compañeros de viaje, claro) y nos montamos en un autobús en el que estaríamos a - 15º, aproximadamente. Creo que jamás hemos pasado tanto frío!!! Todos acomodados, y el bus arranca con el maletero abierto. Todo ok, no preocuparse. Aún no conocíamos el humor tunecino jajajaja.

Después de un buen trayecto en bus llegamos a Kairouan, donde estaba el primer hotel de circuito. Aquí, llegamos a recepción, cambiamos el dinero a dinares (¡al fin!) y nos dieron las llaves de las habitaciones. Esto es solamente el comienzo en aquel hotel, y bueno, la continuación del primer día por tierras tunecinas.

Nosotros, al ser 5, teníamos una habitación triple y otra doble e íbamos turnándonos todas las noches. Como dije antes, aún no conocíamos el humor tunecino, bueno, no conocíamos nada, ni que los maleteros eran tan sumamente pesados con que nos llevaban las maletas a cambio de unos dinares ni que los hoteles en Túnez no se construyen en vertical, sino en horizontal. Vale, son hoteles enormes, pero en los que para llegar a la recepción desde la habitación hay que calcular unos minutos hasta que se llega.

En este momento el grupo se dividió: Víctor y Lucía se fueron hacia su respectiva habitación y Teresa, Ana y yo (después de huir del maletero y dejando a una pareja esperando como nosotras para ir a la habitación) nos dispusimos a llegar a la nuestra.
Creo que jamás he tardado tanto en encontrar la habitación en un hotel. Empezamos:
Nos subimos en el ascensor con nuestra llave en mano (llave, que no tarjeta, una llave con un llavero de madera de hace 1500 años aproximadamente). Se cierra la puerta del ascensor. Vemos el panorama de los botones: planta 0, planta -1, botón de abrir y el de la campana. Habitación número 1000 y pico, ¿y ahora qué? No pasa nada, se abre la puerta del ascensor. La pareja se ríe. Se cierra la puerta. Tocamos el botón -1, llegamos, Teresa se asoma, ve un comedor y decidimos que esa no es nuestra planta. Seguimos en el ascensor, volvemos a la planta de antes pero esta vez creyendo que nuestra llave (la del llavero de madera, esa misma) es un aparato supersónico de última generación y mediante un lector llegaríamos nos llevaría a nuestra planta. Se abre la puerta del ascensor de nuevo. La pareja se ríe. El maletero con un amable “sortir, sortir” nos invita a irnos. Total, bajamos de nuevo a la planta -1, salimos y comenzamos a andar.
Después de atravesar un comedor, la terraza y la piscina del hotel comprendimos las dimensiones de los hoteles de esta zona. Y al fin, llegamos a nuestra habitación.


Ahora el problema que teníamos era el de no tener agua para beber!!! Allí en Túnez el agua del grifo no se puede beber, contiene mucho fosfato, así que realmente lo que nos gastamos en la parte de circuito fue básicamente en agua y en regalitos, todo a 1 dinar (en el sur de Túnez era maravilloso, todo tenía ese precio, en euros son unos 50 céntimos!). Ya no sólo es que no tuviéramos agua para beber, ya que estaba en la otra habitación con Lucía y Víctor, sino que no sabíamos cuál era esa habitación. Y nosotras teníamos la cena, resumiendo: Teresa y yo cenamos en la terraza muertas de sed y Lucía y Víctor pudieron beber algo esa noche pero no cenaron. Pero, PRIMER DÍA SUPERADO. Después de todo esto supimos que había comenzado un gran viaje. Así que a la cama, a dormir unas…4h?5h? Y a las 6.00h en pie que empezábamos la ruta!


DÍA 2: KAIROUAN - EL JEM – MATMATA – DOUZ

Madrugando y a desayunar. Nos sorprendió lo pronto que amanece allí en Túnez y el calor que hace desde bien pronto por la mañana.
Nos citaron a las 7.30h en recepción, aquí ya conocimos a nuestro guía. Cargamos maletas y ponemos rumbo.
Nosotros, como ya comenté antes teníamos contratado el pack de “Túnez desconocido”, pero en el autobús íbamos con gente que tenía otro pack, el “Sáhara confort”. A simple vista, las únicas dos diferencias que hay entre ambos es que en el segundo la categoría de los hoteles de circuito es superior (4* en vez de 3*) pero no sé si fue suerte o cuadró así el bus y la gente, pero tanto nosotros como los del otro pack estuvimos alojándonos en los mismos hoteles, todos de 4*. Lo que sí tuvimos que pagar aparte fue la excursión del Paris-Dakar y Star Wars, que el otro grupo ya llevaba incluida (15€).

Una horita en el bus y llegamos a la primera parada, El Jem, ciudad famosa por su anfiteatro romano, el más grande de África.
Anfiteatro de El Jem
Tuve que pagar para hacer fotos dentro, un dinar, claro. Todo es un dinar por esta zona.

Antes de llegar a la siguiente parada, Matmata, el lugar de las casas trogloditas (típicas casas subterráneas de los pueblos bereberes), hicimos una parada técnica en un pueblito de costa…que dejaba mucho que desear. La playa era un vertedero de basura, literal, aquí tenéis la foto.
Aquí, si no presenciamos la caída de 20 personas, no lo hicimos de ninguna, ¿la gente no veía que había una rampa que resbalaba y por la que se caía la gente? Uno detrás de otro iban cayendo como moscas.

Matmata es un lugar perfecto para conocer a los bereberes, los primeros y auténticos habitantes de Túnez, y sus casas trogloditas.
Estas viviendas son muy curiosas, son un conjunto de galerías cavadas que desembocan en salas. 
Actualmente la población bereber de Túnez es muy reducida, menos de un 5%. Esta etnia se caracteriza por tener los ojos claros y el pelo rubio, en contraste con los árabes, que los tienen oscuros.

Habitaciones de la casa troglodita

Casa troglodita

Llegamos a Matmata, hicimos las fotos de rigor en el mirador y fuimos a comer. Aquí ya íbamos acostumbrándonos a los horarios tunecinos de comida, que llegaría a su máximo el día que comimos a las doce menos cuarto de la mañana, 11.45h señores! Ahí es nada.

Este día la comida fue guay, estuvimos en una casa troglodita que fue transformada en hotel, vamos, que comimos en una cueva, rollo campamento todos sentados en mesas alargadas.
Brik
El menú fue: brik (plato típico de Túnez y bien rico), pasta con tomate (son muy fans allí de la pasta con tomate…y bueno, de las patatas cocidas y del pollo. Así podíamos resumir nuestro menú diario) y de postre unos hojaldritos enanos que eran puro azúcar. No podemos olvidarnos del segundo postre: SANDÍA. Qué rica estaba y cuánta pudimos comer a lo largo del viaje!


Matmata
Repostamos agua y continuamos la ruta.
Siguiente parada técnica en un puestecito y en una cafetería. Podemos llamar a esta parte del viaje como: Robo de rosas del desierto, parte I protagonizada por Víctor.


Rosa del desierto
La rosa del desierto es una roca sedimentaria formada en los desiertos, de ahí su nombre, cuando se forman diversas capas de yesoagua y arena. Forma cristales que recuerdan la forma de una flor, de ahí la denominación de rosa. Suele ser de color arena oscura.

Aún seguimos dudando de que el señor no tuviera cambio de un billete de 20 dinares, porque como no, la rosas de desierto costaban 1 dinar también. Así que, ignorando la insistencia de que Víctor se tomara un café para cambiar el billete y dado que el hombre no quería coger sus rosas, decidimos huir discretamente con ellas.
¡Bueno! No podemos olvidarnos en este momento de la demostración de “cómo ponerse un turbante bereber” con Teresa. Fue un gran momento jajaja.

Volvimos al bus y finalmente llegamos a Douz, conocida como “La puerta del desierto”, ya que aquí es donde comienza el Sáhara y nuestra aventura con los dromedarios.

Douz es una ciudad del sur de Túnez. En épocas pasadas este ha sido una importante parada para las rutas de caravanas trans-Saharianas.


Allí estaban nuestros dromedarios esperándonos, bueno y el carro de caballos para Ana, claro jaja. Nos tocó el mejor cuidador de dromedarios, que, a pesar de vacilarnos como quiso, se portó con nosotras “au galope, au galope!”. Paseo por el Sáhara, parada de rigor para las fotos y vuelta en dromedario, pero con 8kg de arena en cada zapatilla.
De aquí al bus y al hotel, esta noche ya cenamos con AGUA *bieeeeeeeen*

Desierto del Sáhara

DÍA 3: DOUZ – CHOTT EL JERID- CHEBIKA- TAMERZA- TOZEUR.

Este día nos reímos mucho cuando el guía nos dijo que teníamos que estar a las 6.30h de la mañana en recepción con las maletas ya preparadas, lo que suponía despertarse a las 5h de la mañana, todo perfecto, no pasa nada.
La primera parada que hicimos fue la zona de El Jerid, en el lago salado de Chott El Jerid situado a tan sólo 25 metros sobre el nivel del mar.


Entre Douz y Tozeur se encuentra el lago salado más grande de África. Chott el Jerid es una inmensa extensión de más de 5.000 metros cuadrados de agua y sal que crea un paisaje sorprendente y cambiante.

Esto sí que era la nada más absoluta. Espectacular. No se veía nada más que el lago, la sal y una carretera.


Empezamos en el 4x4
Seguimos en bus hasta un pueblito, donde hicimos el cambio a coches 4x4 porque íbamos hacia la zona de montaña. Una horita de trayecto y llegamos a Chebika para visitar el oasis de montaña, su palmeral y cascada y sus cañones.


Aunque este día fue duro y con muuuuuuuuucho calor, la verdad es que mereció la pena poder visitar esta zona:



Oasis de montaña (Chebika)
Chebika, esta ciudad bereber se encuentra colgada de la montaña, en su origen era un puesto de defensa romano, actualmente la visita se reduce a una panorámica, desde lo alto del acantilado.

Volvemos al 4x4 y subimos a un mirador en Tamerza, que es la zona más próxima de Túnez a Argelia. Poco tiempo estuvimos aquí, y ya íbamos notando como subían las temperaturas.
De nuevo al 4x4, que empezaba la fiesta del tramo Paris-Dakar por el desierto.
Bueno, el conductor, que aparentemente iba conduciendo normal por su carretera, de repente se desvió y nos metió por un camino de tierra, con su musicote a todo volumen. En este momento se colocaron todos los 4x4 en paralelo, subió el volumen de la música y comenzó a acelerar. ¡Qué gran momento fue este! Y bueno, yo iba delante con Ana, pero Víctor, Lucía y Teresa que iban atrás, lo vivieron bien, sobretodo Teresa que iba prácticamente sin cinturón y acabó con agujetas y todo de tanto golpe jajaja, Lucía con las gafas de sol rotas y Víctor descompuesto de reírse del panorama que tenían.
Parada de descanso en un  pedrusco al que podíamos subir para hacer fotos, y como no, ahí que fuimos nosotros, muertos de sed, de calor y de todo. Bajamos y vuelta, tocaba la “montaña rusa” en el todoterreno! Wiiiiii. A Ana le encantó esta parte del viaje, ¿a que sí? Jajaja.
Acabamos este tramo, paramos otra vez a descansar y cuando nos íbamos a montar de nuevo en el coche para ir a lo de Star Wars (donde se rodó la película) nos dijo el guía si queríamos subirnos a la baca del coche para hacer el siguiente tramo. Nosotras, desconfiando del buen hombre porque ya íbamos captando el humor tunecino jajaja, en un primer momento, no le creímos, pero sí, era cierto!!! Ahí que nos subimos Teresa y yo, sin saber dónde agarrarnos y tan felices que estábamos. Esta experiencia sirvió para descubrir que la verdadera vocación de Teresa es hacer un rally y que nuestro próximo viaje será multiaventura! Jajaja
Empezó suave el trayecto, bajando las dunas muy despacito y demás. Luego empezó a acelerar un poquito y vemos que la puerta del conductor se abre (nosotras, claro, no entendíamos nada), sale el conductor, se asoma para vernos (a todo esto el coche seguía eh? No os creáis que se detuvo en algún momento) y nos dice que deja de conducir y se sube con nosotras. WTF???? ¿¿Cómo?? Ante todo chicos: humor tunecino, humor tunecino!!!! Jajaja.
Después de este momento, y una vez que volvió a su lugar el conductor, comenzó a acelerar y a acelerarrrrrr y esto fue lo que moló!! 



Bueno, después de esta experiencia tocó la visita de Star Wars, donde se rodó la película.
Aquí, ya en serio, lo pasamos mal del calorazo que hacía, así que fotos de rigor y al coche de vuelta a refugiarnos al hotel.





Este día, comimos y pudimos disfrutar de la piscina del Hotel. Después continuábamos la ruta con el grupo: tocaba visitar Tozeur y su "zoo". Bueno, aquí vivimos el momento "Robo de rosas del desierto, parte II, protagonizado por Ana" y el caos en el mercado, rodeados de gente, de motos y de ruido. Una locura fue aquello. Aquí la foto.
Y alguna foto del zoo que visitamos:



DÍA 4: TOZEUR – GAFSA- KAIROUAN- ZONA DE PLAYA (HAMMAMET).

Empezamos este día partiendo de Tozeur, dirección de nuevo al norte de Túnez, ya a la zona de playa elegida, que en nuestro caso fue Hammamet.
Lo primero que hicimos fue visitar un palmeral en carro de caballos. Una vez dentro, nos dieron a probar dátiles sin tratar, y ¡ojo! lo dulces que están ya, algo empalagosos, zumo de palmera (riquísimo...) y tabaco de palmera, también riquísimo, no Teresa? jajajajaja





Luego, visitamos Gafsa. Nos dio tiempo a callejear un poco por sus callejuelas, comprar agua y poquito más, es un pueblito muy pequeño.



Gafsa

Este día fue durillo, tuvimos muchas horas de autobús y el apretaba bien el calor. Para para comer a las 11.45h, ESTE FUE EL DÍA. Así nos pasó, que a las 4 de la tarde ya teníamos de nuevo hambre...pero ya estaban nuestras almedras, kikos, chips ahoy y oreo para sacarnos del paso! 

La siguiente parada fue Kairouán de nuevo (ciudad en la que nos alojamos el primer día), aquí visitamos la plaza de la Mezquita y la Fábrica de Artesanía:
Mezquita de Kairouan
Subimos a la azotea de la Fábrica y pudimos comprobar en toda su esencia los grados que hace en Túnez a las 4 de la tarde, 40º mínimo?


Y ya por último, al bus y ultimísima parada: HOTEL TAJ SULTAN DE HAMMAMET (5*).
La zona de playa cada uno la podía elegir, así como el hotel en el que alojarse y el régimen. Nosotros, como no todos los días nos íbamos a ir de viaje de fin de carrera, cogimos todo incluido, y así fue. Llegamos al hotel, hicimos el check-in, conocimos al director del hotel (el gran Jose) ¡importante!, nos pusieron las pulseras y nos dieron un cocktail nada más entrar. Así sí y así empezaba nuestra estancia en Hammamet.
Después, nos dio tiempo a investigar las habitaciones (muy chulas y bien cerquita de la piscina y del mar!), a cambiarnos, a investigar un poco el hotel y a cenar! Flipamos un poco de la que tenían montada en el restaurante porque había una mujer en una jaima y preparada en el momento unas tortas de pan. 

Hotel Taj Sultan Hammamet



DÍA 5 a 7: PLAYA EN HAMMAMET

Nos levantamos un poco más tarde de lo acostumbrado en circuito, desayunamos traaaaaaanquilaaaaaamenteeee (esos desayunos tan adorados por Víctor y Teresa, con su sobremesa de rigor y las pasas de Ana) y fuimos a una reunión con otro guía porque nos iba a ofrecer distintas excursiones en los días allí. Nosotros elegimos hacer una visita al día siguiente que duraba medio día nada más, para así aprovechar el hotel y la playa, y en la que se iba a Túnez (capital) y a un pueblito costero llamado Sidi Bou Said, característico por sus casas blancas y las puertas y ventanas azules.
Sidi Bou Said



Después ya tocó ir a la playa. No nos dio tiempo casi a acomodarnos en las hamacas que ya estábamos jugando al voley.
Playa de Hamammet

Ya a la hora de comer, recogíamos todo y dejábamos las cosas en la piscina (bañito previo) e íbamos a nutrirnos al Snack Bar porque era el único sitio que cerraba a las 15h !! BIEEEN. Eso sí, si teníamos cualquier duda la frase era: "se lo preguntamos a Jose" jajajaja y ya está, solucionado.

Después de comer nuestra rutina era ir a la playa, coger una hamaca cada uno y leer. Era nuestro momento de lectura que se seguiría del balón, de las palas y de las cartas.



Adorábamos nuestra piscina y nos adueñábamos de ella por la tarde jugando a la pelota y con el frisby. Éramos los amos del lugar. 


Ah, no extrañarse si se está en la playa tranquilamente y se ven dromedarios pasar, allí es muy típico, aquí está la foto! jajaja

También merendamos en el Show bar unas tortitas y helado. Pero teníamos que ir haciendo hueco para comer todo lo que queríamos en el día, y beber igual!

El viernes, cenamos y salimos a dar una vuelta por la medina nueva de Hammamet, que estaba a solo 10 minutos andando del hotel. Bueno, aquí se sitúa otro de los momentazos del viaje: momento regateo y la chiquitita se está cabreando, es muy nerviosa! jajajaaja Seguido del momento de llegar al hotel y preguntarle a Jose (cómo no!) por su estupendo botiquín. Nótese ironía. Esto sí que fue un grandísimo momento con Ana y el "docteur" y la crema francesa, que no tunecina, ojo!!

El sábado, la cena se trasladó a los jardines de la piscina. Pusieron todo el buffet allí y por la noche hubo un espectáculo de fuego.

El domingo, ya la última noche :( fuimos andando por el paseo marítimo hasta el puerto. Andamos taaaaaaaaanto...todavía me acuerdo de los niños locos que nos querían atropellar con un carrito de esos a pedales ¬¬


Todos los días intentábamos aprovechar la playa y la piscina, y el todo incluido, claro. Y una vez que cenábamos pues íbamos a dar algún paseo y volvíamos al hotel a robar wifi y a tomarnos algo en nuestro show bar. Teníamos la pulsera del poder y ya está.

DIA 8: TÚNEZ - MADRID

Último día por tierras tunecinas :( , pero bueno, intentamos aprovechar al máximo el viaje y no iba a ser menos el último día, que como nos citaron a media mañana, nos levantamos prontito y fuimos a la playa, para despedirnos ya, y de Jose, claro jajaja
Maletas al bus y rumbo a Túnez, capital. 
Bueno, en el aeropuerto tardamos más en elegir sitio para comer y venga arriba, y abajo, y arriba...menos mal que tenía solo una planta que sino, aún estamos decidiendo. Cambiamos los dinares a euros, siendo legales, eso es y después de su horita de retraso, embarcamos en el avión.....y....vuelta a Madrid!


Así acaba nuestro viaje de fin de carrera, un viaje que teníamos muchísimas ganas de hacerlo y que aprovechamos al máximo.
Gran viaje con grandes personas! "Vic y su arén" tienen que elegir próximo destino...


"La vida es ese periodo de tiempo que transcurre entre que recuerdas el último viaje y preparas el siguiente".

Hasta el próximo!